"Tú eres hombre y por tanto no olvides jamás que representas la dignidad humana. Respeta y haz respetar la nobleza; es ésta tu misión más general y alta sobre la tierra.
Es dentro de ti mismo, en la luz que ilumina tu ser, imagen de Dios y no en los libros que no son otra cosa que las imágenes del hombre, donde encontrarás las
reglas que deben guiar tu vida.
Vela sobre esta luz interna y no permitas que se disipe en vanas palabras. Quien vela severamente sobre su palabra, vela sobre sus pensamientos; quien vela sobre su pensamiento, vela sobre sus afectos, y quien vela así, gobierna bien su mente.
Quien se gobierna bien se deja llevar por Aquél que todo lo guía y nuestra alma es llevada así hasta la meta final del perfeccionamiento mediante la purificación que da el dolor y la fortaleza que otorga el combate incesante, etapa por etapa.
Él nos hace triunfar en el seno mismo de las tentaciones y por medio de ellas. Son las tentaciones el medio más vivo que tiene Dios para guiarnos, pues sucumbimos a ellas cuando nos guía el espíritu mundano, y nos alejamos cuando es el espíritu divino el que nos guía".
Louis Claude de Saint Martin, el Filósofo Desconocido